Después de varios años de construcción y mucha polémica, con opiniones para todos los gusto, por fin, días atrás se inauguraron las tan tatareadas SETAS. Y la inauguración no ha estado exenta de polémica también. Pero esto ya quedará en el recuerdo. Lo cierto es que aquí en Sevilla, se haga lo que se haga, se construya lo que se construya, o se idee lo que se idee, siempre estará rodeado de polémica.
Es lamentable que la opinión del público se pueda manejar al antojo de algunos. Pero mas lamentable es dejarse manejar por estos. Aqui en Sevilla, imagino que como en casi todas partes, depende del que lo diga y del pensamiento político que este tenga, así es la opinión expresada. En esto de las Setas resulta que ha tocado hacerlas durante un período de tiempo en el que gobernaba en el Ayuntamiento Hispalense un determinado partido político. Claro, los contrarios se crecen en sus críticas hacia la magna obra arquitectónica. ¿Y como son las críticas?, pues por supuesto que nada constructivas, todo lo contrario, si alguno pudiera hoy mismo las volaba con Goma 2.
Si nos paramos a ver las tan cacareadas Setas, podemos observar una mole enorme, una construcción que se nos antoja rara, sin duda alguna. Pero es una obra moderna de la que Sevilla escasea. Dicen que el lugar no era el adecuado, pero si nos fijamos bien no estropea ninguna vista, no afea a ningún edificio notable, entre otras cosas porque en esa lugar no los hay. El único edificio notable es la iglesia de la Anunciación. Pero en mi opinión creo que no desentona. Tal vez no desentone para mi porque yo lo veo con los ojos del ciudadano normal, que no se deja llevar por las opiniones de los que pretenden destruir con la crítica.
Para bien o para mal ahí están las Setas, para unos tal vez resulten venenosas, para otros altamente saludables. Ahí las tenemos y ahí seguirán. Y con el tiempo será sin duda un atractivo mas de la ciudad, que dicho sea de paso esta falta elementos como este. Sin entrar en el costo de la obra, porque ese es otro tema distinto y merece una consideración aparte. Creo que no se debe referir la cuantía de la obra para hablar de ella. El sevillano debe ver la obra tal como es, podrá gustarle o no, pero no mezclemos lo político con lo que vemos. Dejemos la política y los partidos intervinientes en la polémica aparte. Como sevillanos debemos ver lo que en ese lugar hay ahora. Y lo que hay es una gran obra, moderna, que ya forma parte de la ciudad. Y es un elemento más a incorporar al patrimonio arquitectónico de Sevilla. Que es un monstruo enorme y muy feo, bueno, eso les puede parecer a algunos. Otros lo verán de otra manera no tan radical, esta polémica es normal que exista. Personalmente apruebo la obra y todas cuantas vengan posteriormente, siempre y cuando no atenten al rico patrimonio de la ciudad. Pero no olvidemos que en Sevilla llevamos muchos años parados, muchos años mirándonos el ombligo y dormidos en un profundo letargo, del que ya va siendo hora de salir.
!!Se nos escapa el tren!! y el sevillano sigue contemplativo en el anden, extasiado, embelesado y esperando no sabemos qué... y lo que espera si no se mueve nunca llegará.
(fotos ppcall)
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