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domingo, 4 de marzo de 2012

La Torre Cajasol o Torre Pelli


(Torre PELLI  foto tomada el 08/02/12)
Fotografía Ppcall


(Torre PELLI foto tomada el 23/02/12)
Fotografía Ppcall

Sevilla es una ciudad especial, muy especial. Y no lo digo por la folklórica letra de la tan cacareada canción "Sevilla tiene un color especial", que puede que lo tenga, lo que no sabemos es si es buen color o no tan bueno. Pero sea lo que sea sí es especial. En esta ciudad nuestra, por lo más mínimo se levanta una polémica y se ponen en marcha las "dos Sevillas". Una la que está de acuerdo con el tema de que se trate y la otra, la que no está de acuerdo con el tema en cuestión. Sevilla y por extensión los sevillanos -por lo menos una mayoría notoria- se ha mirado siempre y sigue mirando mucho el ombligo. Y para mi, es una postura muy incómoda esa de estar con la cabeza agachada y mirando para abajo, mirando el ombligo. Creo que una vez visto y sabiendo que sigue en su sitio, debemos dejarlo y no mirarlo más, pues de lo que estamos seguro es de que no va a cambiar de posición. Aquí lograr un acuerdo mayoritario es prácticamente imposible. Para todo proyecto o estudio que se pretenda hacer hay oposición, crítica y movimiento ciudadano. Se hace todo lo posible para que el proyecto no se lleve a cabo. A veces los argumentos tienen fundamentos. Pero en la mayor parte de los casos carece de razón y la protesta o desacuerdo, viene dado por ese matiz que en Sevilla está tan arraigado, la dualidad.
Ahora la polémica es con la Torre CAJASOL  o Torre PELLI.  Los detractores quieren tirarla y los defensores mantenerla. Sin entrar en detalles, sobre si perjudica o no al Patrimonio de la Humanidad que se le  pueda reconocer a Sevilla, la verdad es que entre unos y otros quien sale perjudicada es la ciudad. En mi opinión creo que debemos dejar de mirarnos el ombligo y coger el toro por los cuernos. Sevilla no puede seguir dormida. Contemplando las bellezas que tiene, pero no mejorando en su idea de futuro. Es una ciudad en cierto modo dormida. Muy dormida, diría yo, y tiene que despertar si quiere seguir en el tren de la modernidad e ir avanzando con los tiempos actuales. Sevilla necesita de Torres Pellis, de Parasoles Metrosol y otras muchas obras y construcciones que la pongan en vanguardia de la modernidad de una ciudad. Y lo que ya tenemos que forma parte del patrimonio arquitectónico de la Ciudad, lo que tenemos que hacer es conservarlo y cuidarlo. Pero nunca cerrar las puertas al progreso. Y el progreso se puede conseguir sin empequeñecer, ni quitarle valor a lo que tenemos. Para ello lo que hace falta es que el ciudadano valore lo que hay en la medida justa. No exponerlo como excusa para no realizar otra cosa que sin duda también engrandecerá la ciudad. Ya toca despertar y seguir progresando y avanzando. No nos quedemos parados que pueden adelantarnos.

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