Resulta cuando menos chocante, leer que en el siglo XXI se hagan unas obras y en el desarrollo de las mismas, se encuentren unos restos de hormigón de una construcción anterior, que apenas cuarenta o cincuenta años antes habían sido derruida. Al encontrar estos restos se plantea la incógnita de a qué obra correspondía. Y era una obra que apenas unos cincuenta años antes había estado en pleno funcionamiento. Me cuesta trabajo pensar, que nadie al ser descubiertos los restos, saliera al paso para despejar las dudas de aquellos a quienes el hallazgo había sorprendido. Porque puedo entender que el descubridor no sepa nada al respecto. Pero ante un hallazgo de cierta importancia, y en este caso no es por su valor ni arquitectónico, ni histórico, ni monetario, simplemente el desconocer que poco tiempo antes (cincuenta años) en ese lugar hubo una construcción importante. Construcción que por los motivos que fueran tuvo que ser demolida. Lo cierto es que en Septiembre de 2006, y cuando hacen unas obras de reforma, para mejorar la carretera que une Sevilla con La Puebla del Río, a la altura de San Juan de Aznalfarache, para construir un paso inferior, aparecen unos cimientos de hormigón. Al tropezar con ellos todo el mundo quedó sorprendido por aquello.
Es sorprendente que nadie en ese momento recordara o informara a qué correspondían esos cimientos de hormigón encontrados por sorpresa. ¿Es que nadie del lugar recordaba que apenas cincuenta años antes, en ese mismo lugar había un importante muelle de carga de mineral?. Cuesta trabajo creerlo. Si se encuentran unos restos romanos, árabes, tartésicos, etc., rápidamente los especialistas sitúan la fecha con una exactitud casi milimétrica. Aquí, en 2006 se encuentran unos cimientos de hormigón que se habían construido a principios del siglo XX, manteniéndose por mas de cincuenta años en plena actividad y a principios del siglo XXI, nadie sabe nada de esos restos de obra. Los técnicos que lo hallaron no saben nada al respecto.
Sí, se trataba del embarcadero de mineral que se construyo en la margen derecha del Río Guadalquivir, a principios del siglo XX en San Juan de Aznalfarache, a muy pocos kilómetros del puerto y ciudad de Sevilla. En este embarcadero terminaba el Ferrocarril de vía estrecha, que desde Minas de Cala (Huelva) trasladaba el mineral para ser embarcado directamente en San Juan de Aznalfarache.
Ppcall, 25 Septiembre 2011
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