El tiempo en Sevilla

-*-*-*-*-*- futbol */*/*/*/*/ contador de visitas <.<.<.<.<.<.<.<.

domingo, 25 de junio de 2023

TECLEANDO

 



A veces por aburrimiento, otras por matar el tiempo, con frecuencia por afición y la más de las veces porque me da la gana. Decido escribir algo. Qué, nunca lo sé. Nunca se a ciencia cierta qué voy a teclear, lo que, si es recio e innegable, es que me gusta teclear. Desde pequeñito he aporreado teclas en una Olimpia, Remington u Olivetti. Mi padre, para tenerme distraído, metía un folio en alguna de ellas y me dejaba teclear, recomendándome siempre que no golpeara muy fuerte. Bueno, a los catorce años ya tenía en casa una Olivetti Pluma 22. Que todavía conservo en muy buen estado y útil. La misma la tuve durante diez años usándola a mi antojo en Madrid. Y hacía milagros con ella. ¡¡Ay!!, si estos teclados que tenemos ahora los hubiera conocido entonces. La de cosas que desde los setenta hasta nuestros días hemos conocido y muchas de ellas ya son antiguas y forman parte del pasado. Hasta el extremo que ya te lo piensas cuando compras algo nuevo. Te preguntas, cuánto durará esto en el mercado ¿?.

Y todo esto para justificar que me gusta teclear. Hoy he pensado en los últimos acontecimientos personales. Tras una pandemia que los de mi edad y mayores nunca habíamos conocido, parece que volvemos a la normalidad. Ya se anuncia el final de las mascarillas. Luego esto parece ir en serio. Dejamos atrás la pandemia ¿? y sin despistarnos mucho han pasado ya dos años. Como han sido estos dos años. Cada cual lo puede contar a su manera y según lo haya podido mediar.


En lo personal para este aporreador de teclados han sido algo ominoso. De batimiento entre la comodidad y la incomodidad. Entre lo bueno y lo no tan bueno. Entre la cama propia y otra ajena. Entre lo adverso y lo favorable. Entre la esperanza y la desesperanza. Entre el salón de casa y las salas de esperas. Entre la comida casera y la otra que no gustaba porque no le ponían sal. Entre…..y…..

Entre Pinto y Valdemoro, se pasaron dos años y parece que el camino continua. Esperemos que por un lado la experiencia alcanzada, porque algo se ha aprendido y retenido y por otro el optimismo y la suerte, nos lleven a Buen Fin.

Y seguiremos tecleando, seguro que sí. Y en el tecleo espero dejar impreso otras cuestiones que momentáneamente están aparcadas. Por ahora no se cuando aporrearé teclas de nuevo. De momento se que por unos días tengo que dejarlo. Espero volver pronto. Y estoy seguro que nadie lo tomará como una amenaza, porque los que puedan conocer esto son asiduos/as y complacientes.