Tromba de agua en Valverde del Camino

Ayer sábado en mis planes entraba viajar a Santa Bárbara de Casa en la provincia de Huelva. Pese a que el pronóstico del tiempo anunciaba agua en las tres provincias occidentales de Andalucía, con alerta no se de que color, me aventuré y me monté en el coche y a la carretera. En el momento de la salida no llovía, pero a medida que ganaba kilómetros la lluvia se iba haciendo mas intensa, aunque no era fuerte. Al parecer en la parte mas occidental de la provincia de Huelva, durante la madrugada había llovido intensamente. Y bastaba con observar los arroyos, barrancos, cunetas y el campo en genera para comprobarlo. Hacía tiempo que no veía tal cantidad de agua por todas partes. La carretera de La Palma del Condado a Valverde del Camino, es una carretera cuyo trazado está algo elevado sobre la horizontal normal del suelo. Esto impide que las aguas la corten con facilidad. Los riachuelos y arroyos que la cruzan iban muy crecidos y sus cauces llevaban un caudal de agua muy considerable. La lluvia continuaba con mucha intensidad. A seis kilómetros de Valverde del Camino era ya una auténtica tromba de agua. La entrada al pueblo estaba cubierta por una enorme laguna que cubría el cruce de las carreteras de entrada. La altura del agua en este punto podía ser de unos 30 o 40 centímetros, y de algo mas en otros puntos. Con mucha precaución pude ir avanzando, pero aquello cada vez tenía mas agua. La carretera que cruza el pueblo era literalmente un río, el agua bajaba cubriendo toda la calzada de lado a lado. La policía local ya estaba actuando en algunos puntos, así como los bomberos. Las zonas bajas se inundaron rápidamente debido a que los husillos y registros del alcantarillado escupían agua con fuerza. En algunos, la salida violenta del agua alcanzaba medio metro. Era impresionante ver salir el agua por el alcantarillado, y esto ocurría en una zona alta del pueblo, que era por la que pasaba en ese momento; lo que nos hace pensar que el alcantarillado no debe estar muy bien planificado para estos casos. Yo no recuerdo haber visto tal cantidad de agua brotando de los husillos y registros al mismo tiempo que llovía torrencialmente. Pensé en detenerme en un lugar alto, en el que pudiera sentirme seguro, porque tal como se presentaba el panorama, la cosa era preocupante. Era ese momento en que tienes que decidir antes de ser sorprendido. Así lo hice y paré. Había recorrido los primeros ochenta kilómetros del viaje. Fue poco el tiempo de parada. Ya que decidí suspender el viaje e iniciar el regreso. Los cincuenta kilómetros que aún me quedaban por recorrer, eran por carreteras que fácilmente se pueden ver interceptadas por avalanchas de agua y por desbordamientos de riachuelos y arroyos. E incluso desprendimientos en las muchas zonas de pizarra que han sido abiertas para el paso de la carretera. Ante el temor de estas posibles circunstancias y de que el regreso pudiera complicarse por cortes de carreteras, decido regresar. Y pasando de nuevo, por una zona literalmente anegada y con riesgo de quedar inmovilizado, pude ganar la parte alta de la carretera en la que el riesgo de cortes era muy reducido. Y tras unos cuarenta minutos de viaje con lluvia que disminuía a medida que me aproximaba a mi domicilio, di por concluido el viaje.

Estoy tratando de conocer por los distintos observadores meteorológicos de la zona, los litros de agua caídos en Valverde.

Jocama 07/MARZO/2010